La fórmula del círculo dorado, es utilizada por marcas que han alcanzado un éxito rotundo. Y aunque tengan similitudes con algunos de sus competidores, no dejan de ser la mejores. Su éxito no parte en que tengan que trabajar horas y horas para sobresalir. Tampoco el tener que invertir millones de dólares en publicidad. O tener los productos o servicios más innovadores y brillantes de la historia.
Es algo que va más allá… ¿Acaso tiene que ver con alguna fórmula en especial? Sí, existe una estructura creada por: Simon Sinek.
Y el dice que la clave está en el: ¿Por qué? Y eso es lo que utilizan las grandes marcas. Por ejemplo como Apple. Como bien sabes, su mayor competencia es Samsung. Tienen los mismos fabricantes, las mismas agencias, recursos y los mismos canales de comunicación.
Pero, ¿qué es lo que los hace diferente uno de otro? ¿Qué ha hecho Apple para ser la marca de tecnología más amada con millones de fans? No es lo que imaginas… no son sus productos por la que la marca Apple es percibida como la mejor.
El secreto es que sus productos son la prueba palpable de un porqué. Y eso la convierte en “única, singular y extraordinaria”.
Desafortunadamente algunos emprendedores cuando crean su marca, o tienen una empresa, se centran en responder 2 preguntas:{

  • ¿Qué hacen?
  • ¿Y cómo lo hacen?

    Y claro todo emprendedor sabe responder a eso, ¿verdad? A diferencia de las grandes marcas y de las pequeñas que logran salir de la superficie, saben comunicar “el por qué lo hacen”. De una forma u otra, nos traspasan sus sueños, sus ilusiones y objetivos. Son marcas que inspiran y que despiertan las emociones de sus fans. Su clave de éxito es la estructura de comunicación que siguen. Así que lo que te voy a contar hará la diferencia en tu marca, presta mucha atención:
    En su libro “La clave es el porqué” de Simon Sinek explica que la mayoría de las marcas comunican de fuera hacia adentro del círculo.

    ¿Y qué es ese círculo?

    Son tres círculos concéntricos que tienen tres preguntas claves:
  • ¿Por qué?
  • ¿Cómo?
  • ¿Qué?

    Pero muchas empresas no llevan a cabo este modelo, ya que cuentan primero “que hacen”, enseguida “como lo hacen” y al último “por qué lo hacen”. Lamentablemente algunas no llegan a comunicar el porqué.
    Sin embargo, las marcas que inspiran y llegan a convertirse en las mejores, como el caso de Apple, comunican al revés: desde dentro del círculo hacia afuera. Empezando por el “por qué, inmediatamente al “cómo”, y al final “qué hacen”. Solo imagina cómo sonaría Apple si no llevara a cabo este modelo, su mensaje se vería de este modo:

    ● Qué: creamos equipos electrónicos fascinantes.
    ● Cómo: con un diseño innovador y fácil de usar.
    ● Por qué: porque queremos cambiar el mundo.

¿Te sonó convincente?
¿Te persuadió con su mensaje?
Por supuesto que NO.

Ahora veamos como lo hace en realidad Apple:

1 ¿Por qué?

Es para los extrovertidos. Los que no les gusta seguir reglas. Para los que se aventuran a nuevas cosas. Porque son los que cambian al
mundo, a uno mejor. Sin importar los riesgos… son personas con mentes brillantes que desean el cambio.

2 ¿Cómo?

Sabemos que eres un verdadero genio, ponemos a tu disposición artículos con diseños innovadores y fáciles de utilizar.

3 ¿Qué?

Creando equipos electrónicos fascinantes… ¿te atreves a probar uno? Así resulta más persuasivo, ¿no crees?

Tienes que transmitir con tu mensaje lo que hace sentir tu servicio o producto. Para triunfar debes comenzar a comunicar por el “porqué”. Toda aquellas personas que se sientan identificadas con tu objetivo desearán incluir eso que les hace bien a su vida. Y no tienes que preocuparte por tener los mejores productos y servicio para tener éxito. Simplemente tienen que ser buenos.

Recuerda, lo que importa es sacar a relucir lo que comunicas. Demostrando que tu marca es auténtica, los valores que quieres transmitir y porque lo haces, y de esa manera abrirás camino en la mentes y corazones de tus consumidores.

En conclusión:
El empezar por el por qué es solo el comienzo, inspirar lleva su trabajo. Para que el círculo dorado funcione debes hacer un correcto balance. La claridad del por qué y para qué, la disciplina del cómo, y la consistencia del qué. Si eres consistente entre lo que dices y haces, serás auténtico, y eso crea confianza y credibilidad.

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